viernes, noviembre 07, 2008

El Profeta que no pudo volar..Cristo de Elqui




El profeta que no pudo volar -Domingo Zarate Vega

D ueño de un carisma tan poderoso como inexplicable, el singular predicador Domingo Zárate (más conocido como Cristo de Elqui) se alza como un personaje real, complejo y fascinante .

En ese tiempo sintió que con una familia de criadores de cabras de la montaña estaba a gusto y que podía continuar su vida de oración con ellos. Así lo hizo hasta 1927.

Depúes solía circular por Vicuña enfundado en una sotana que hacía juego con sus enormes uñas, su larga cabellera y su frondosa barba.

En este año se apareció por primera vez en la plaza del pueblo de Alcohuaz y predicó a las pocas personas presentes. Exponía la idea de que un mundo debe acabarse y otro empezar. Así siguió enseñando de pueblo en pueblo. Se lo vio en Horcón, La Unión (actual Pisco Elqui), Paihuano, Rivadavia, Vicuña ,La Serena y Tocopilla.




Llegó
, incluso, a Santiago donde predicó en varias plazas frente a grandes multitudes de personas que oían con atención. Mucha gente se le fue uniendo en su peregrinación y hasta la prensa siguió al Cristo de Elqui en su travesía. Así se hizo famoso en el país entero. El resto de su vida no paró de predicar, pero de a poco la gente lo fue olvidando. Al punto que nadie sabe dónde pasó sus últimos días.
Por años, el Cristo recorrió el país predicando, despertando por igual el fervor, la burla y la indignación. Hasta que un día despertó con una cara idea y aseguró -a quien quiso oírlo- que Dios le había revelado que podía volar.

No es claro el día ni la hora que Zárate escogió para probar su don. La única certeza es el estrépito de su fracaso. El Cristo subió a un árbol de alguna localidad de Elqui. Tal vez miró con desprecio a sus pecadores seguidores y, sin pensarlo, se tiró al vacío, fracturándose irremediablemente su pretendidamente sacra humanidad.





Los folletos donde Zárate resumió su filosofía.


De Esos folletos Lo que más inquieta es la facilidad con que Zárate establece diálogos entre tradiciones tan disímiles como historia sagrada, naturismo, sabiduría popular, panteísmo y mecanicismo, entre otras. Más allá de las caricaturas y de lo entrañable que puede llegar a ser el Cristo de Elqui.


Todas las profesiones se reducen a una
hay quienes dicen somos profesores
somos embajadores, somos sastres
y la verdad es que son sacerdotes
sacerdotes vestidos o desnudos
sacerdotes enfermos o sanos
sacerdotes en acto de servicio
Hasta el que limpia las alcantarillas
Es indudablemente sacerdote
Ese es más sacerdote que nadie

vale la pena poner atención.

.

Lo vi muchas veces. Era un personaje de la década del treinta que andaba en la Quinta Normal, en Santiago y en todo Chile. Era un hablador callejero, analfabeto y medio loco. Siempre andaba con toga y publicaba sus folletos. Me llamaba la atención por ser un tipo que andaba vestido de esa manera: un cura francotirador de una iglesia inexistente, pero que al mismo tiempo es Cristo y no es la Iglesia oficial. Alguna vez yo lo he definido como un teósofo de la liberación. Poseía lo que Kafka llama una gran fuerza animal. Su mirada era muy fuerte y era difícil librarse de ella". -Nos cuenta Nicanor Parra.

2 comentarios:

Emersson pérez dijo...

brigidisimo


el poema de Nicanor la lleva pero nunca habia indagado en tal personaje

Anónimo dijo...

Te Falto citar la fuente de la fotos...de donde las sacastes???